Carta de amor de Franz Kafka a Milena Jersenská
Sábado por la noche. Aún no he recibido la carta amarilla, te la devolveré sin abrir. Me lamentaría el resto de mi vida si la idea de no escribirnos más no fuera la más correcta. Mas no me equivoco, Milena. No quiero seguir hablando de ti, no por que no sea asunto mío, sí lo es; pero sencillamente no quiero