Mis ojos acariciaron…

Mis ojos acariciaron

la gracia de su sonrisa;

era otoño y la mañana

estaba lluviosa y fría.

 

Yo le conté que mi alma

soñaba una dulce vida

en que el amor fuera todo;

flores, penumbras y espinas.

 

Le dije que ya llegaban

las tardes largas y frías

del invierno, y que las penas

eran mis únicas dichas.

 

Ella me miró serena

y me dijo entre sonrisas

que ya hacía mucho tiempo

que en silencio me quería.

 

Juan Ramón Jiménez

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