«Pero el amor, esa palabra»… Julio Cortázar

Un señor argentino llamado Julio Cortázar, al que le gustaba olvidarse el paragüas y salir de la vida real para proyectar otros registros fantásticos. Una literatura sin duda con tendencias vanguardistas, en la que podemos echar a volar la imaginación y cuestionarnos la vida de otra manera, roza el surrealismo. Trata temas como la suerte, el azar, temas humorísticos, el juego, los sentidos y… el amor.

El amor imposible, el amor a distancia, el amor de cerca y de lejos, con ápices de material surrealista y usando recursos literarios que se aproximan al sarcasmo, la nostalgia, la exageración e incluso el humor.

Su máxima influencia fue Luis Borges, otro señor más bien solitario, argentino y  propenso a fantasear en sus poemas, aunque no se salía de la vida real y convencional.

Julio Cortázar es conocido por sus relatos y cuentos, algunos de los más recomendables son: Carta a una señorita de París, la autopista del sur, Rayuela, El Bestiario o Final del juego.

Pero lo que realmente nos inspira de Cortázar son sus poesías acerca de ese fenómeno llamado amor. Sus frases, sus fragmentos, sus expresiones hacen que nos planteemos la vida de una manera diferente. Como el guante derecho enamorado de la mano izquierda, el amor expectante de la esperanza, andar sin buscarse sabiendo que se iban a encontrar.

Un sinfín de tributos al amor y desamor, con infinitas posibilidades de mostrarse ante el amor: indiferencia, pasión, alegría, nostalgia, desesperación, imposibilidad, cercanía, desnudez, sexo, dejadez, locura pero también madurez. Una filosofía de vida.

 Y es que este poeta nos da instrucciones para dar cuerda al reloj e incluso para llorar. La mitificación de sus poemas se ha conseguido con el tiempo.

Si os gusta la poesía y buscáis inspiración romántica, ¡no os perdáis sus citas!

Julio Cortázar

Foto: Pinterest

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