Ley de la inercia
Parece inútil rebelarse contra el poder de las etiquetas, contra el poder de las expectativas. Ya desde la vida en el colegio existe un punto crítico de no retorno en el que, algunos alumnos inician su “periplo ascendente” porque son muy atentos en clase y otros su “descenso a los infiernos”, por el simple hecho de ser más revoltosos.