Poemas

La llama del amor

El fuego de una pasión muy tarde o nunca se apaga, aunque en el pecho se haga pedazos el corazón; porque el alma enamorada que aparece fría y muerta se reanima y despierta al calor de una mirada. Teodoro Guerrero

Canción de amor

Cuando ya nada pido y casi nada espero y apenas puedo nada es cuando más te quiero. José Coronel Urtecho

Amarte, amarte, amarte

Me interesa amarte, quiero amarte déjame amarte, porque quiero amarte amarte es mi presente, es mi futuro quiero amarte, sueño amarte amarte es mi alma, amarte es ser amarte es sentir, amarte es vivir déjame amarte, amarte… amarte.

Canción

¡Ay lo poco que me queda, al final lo perderé! Y después de todo, ¿qué?, ¿con lo poco que me queda? Dímelo tú, niña mía, todo esto, ¿para qué?… mi tristeza, mi alegría, mi incredulidad, mi fe, mi pobre melancolía por la que me salvaré… Dímelo tú, miña fría, que luego te cambiaré por otra niña más fría para cambiarla

Una mujer

Una mujer: tú, un querer para quererte una mirada para sentirte un motivo para vivirte, un resguardo para soñarte, un sentimiento para palpitarte, una mujer, tú, para pertenecerte.

Mi muerte

Cada día te quiero, un día te respeto, otro te admiro, otro te sueño pero siempre te quiero, porque amanecer es quererte, y estar sin ti, mi muerte.

A una violeta

Flor, la de las lindas hojas, la del cáliz delicado, la que derrama en el prado su perfume embriagador. Tú, que en la hierba naciste, y te ocultas siempre en ella, eres la imagen más bella que representa al amor. No a ese arrebatado y ciego que a veces el labio miente, sino al tímido, que siente un sensible corazón.

Ni vivir puedo en tu ausencia…

Ni vivir puedo en tu ausencia, ni vivo cuando te veo, ni es del mundo este deseo que consume mi existencia. Nieve soy en tu presencia y volcán lejo de ti, y es que tienes sobre mí tal poder, que dudé al verte si era el amor o la muerte lo que en el alma sentí… ¿Cómo vivir en tu

Lejos de abril

Abril com tú, tenía un corazón de perfil, pero al irte de mi lado no supe lo que sentir. Desde ese día, en el año no hay ni un domingo de abril; ya no escucho ningún cuento que tenga un final feliz, y no brillan las estrellas cuando me voy a dormir. Desde rntonces mi sonrisa ya no puede sonreir.

Poema – Desdén

Si tan sólo una caricia de tus ojos consiguiera, precio digno de tal gloria la vida me pareciera. Si con mortal puñalada tu rencor me hiriese un día, por padecer de tu mano contento sucumbiría. Pero lo que de seguro va a darme muerte angustiada es uqe para mí no seas caricia ni puñalada. Leopoldo Lugones

Al perderte yo a ti…

Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido; yo, porque tú eras lo que yo más amaba; y tú, porque yo era el que te amaba más. Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo; porque yo podré amar a otras como te amaba a tí, pero a ti no te amarán como te amaba yo. Ernesto

Exites

Existes, pues naciste para que te amara respiras, pues así sé que yo respiro, sueñas, pues así fabricas mis sueños, miras, pues de tus miradas vivo, hablas, pues tu voz es mi alimento callas, pues con tu silencio me emociono y yo te amo, pues no hay nada sin amarte.

Últimos artículos

Scroll al inicio