Que sí, que el zapato de tacón nos estiliza y hace nuestra silueta más perfecta. Pero el día de la boda tenemos que dar un respiro a nuestros pies, no podemos estar durante toda la ceremonia sufriendo. ¡Basta ya! Hoy compartimos con vosotras unas ideas estupendas para cambiar el calzado sin perder la elegancia.
Todo el día con esos zapatos que viste en aquella boutique tan especial y que parecían ser de lo más cómodos parece que han perdido todo su encanto cuando pasas más de 8 horas con ellos, ¿verdad?
Fácil solución, ¡andar descalza! Ese justo momento en el que el vestido, toda la elegancia se pierde. Hoy queremos proponerte a idea de cambiar totalmente el sufrimiento para subirte al mismísimo cielo, porque es un día de celebración y porque te mereces saltar, bailar, corretear con los niños, ¡todo lo que te propongas!
Depende de la estación del año que sea la fecha de la ceremonia va a depender el calzado que vas a elegir. Si es invierno, bailarinas o zapatos planos, sin embargo en primavera/verano podemos decantarnos por sandalias o bailarinas con la punta abierta.
Lo primero que vamos a tener en cuenta es que es una ocasión especial, por ello tenemos que elegir un par de zapatos planos exclusivos, únicos, especiales para la celebración y por supuesto, acorde con el vestido.
¿Se puede estar cómoda, ser sofisticada o las dos cosas? ¡Tenemos la posibilidad! Quizá podemos aguantar con los zapatos de tacón hasta ciertas horas, y a partir de ahí podemos hacer el cambio a nuestros maravillosos zapatos planos y lucirlos con todo el orgullo del mundo.
Incluso podemos añadir ese toque de humor, añadiendo formas como corazones y sorprender con nuestro nuevo conjunto. Será una forma original de combinar los colores y será el centro de atención, sin dejar de ser elegante puesto que la ocasión lo requiere.
Los materiales que van a predominar son la purpurina, la bisutería integrada en las manoletinas, el encaje y la seda y el satén. Ideal para combinar con cualquier color.
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