Las bodas al aire libre son siempre una buena elección, pero hay épocas del año en las que todavía tienen un punto más romántico y especial, y el otoño es, sin lugar a dudas, una de ellas. Se trata de una temporada en la que no hace demasiado calor, pero el frío tampoco es excesivo, por lo que no supone ningún problema realizar una boda en el exterior.
Además, los colores del otoño, las hojas secas, el atardecer… son detalles que le dan al ambiente un tono muy romántico, algo perfecto para una boda. En este sentido, celebrar una boda al aire libre en otoño es todo un acierto, pero… ¿cómo decorarla?
Las posibilidades son muchas, y hay opciones de lo más variadas que pueden ser perfectas para decorar una boda de este tipo. Por ejemplo, una mesa con tonos marrones y granates es perfecta y además, se le pueden poner detalles como flores secas, cuernos de madera o frutos secos como elementos decorativos.
Otra idea que me gusta mucho y que puede quedar muy bien es colocar trozos de madera tipo tronco, a modo de mesitas, colocando encima foulares para las invitadas, por si tienen frío. Lo ideal es que sean del mismo tono que predomina en la decoración, de estilo otoñal, como el granate.
La verdad es que se trata de un detalle con mucho estilo y que puede funcionar realmente bien. ¿Qué opinas?
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