Sarah Jessica Parker, Carrie en la serie y película de Sexo en Nueva York ha sido el referente de muchas mujeres. Una mujer que nos ha enseñado muchas cosas y entre ellas, verdades, mentiras y desvaríos acerca del amor.
Hemos vivido cada capítulo de la serie Sexo en Nueva York y hemos visto la evolución de Carrie Bradshaw en su idílica vida en la ciudad de Nueva York… Nos sabemos de memoria los acontecimientos de esta gran serie que nos ha dejado su legado, desde moda, pasando por las fantasías del sexo, los estilos de vida hasta el amor. ¿Qué nos ha enseñado Carrie del amor?
Si la pareja no quiere sentar la cabeza, eso no hay quien lo cambie
Bien nos dijo Carrie que a un hombre no lo podemos cambiar. ¿Por qué correr? ¿Tanta prisa hay? Mr. Big tardó mucho tiempo en darse cuenta de que Carrie era la mujer de su vida. Y es que, si la pareja no está preparada para asumir una nueva etapa de su vida, no podemos forzar la situación a que así sea, porque quizá resulte contraproducente. Pero como dice la protagonista que calza Manolos… La culpa no es tuya, ¡es suya!
Cambiar por alguien es retroceder en la vida
Carrie es sabia. Sabía que algunas mujeres no están hechas para ser domesticadas, sino que necesitan correr libres hasta que encuentren a alguien igual de salvaje que corra con ellas. ¿Por qué dejar de hacer lo que nos gusta por algo o por alguien? ¿Por qué debemos cambiar? Debería ser un motivo para no hacerlo. No debemos permitir que ni la pareja (ni nadie) entrometa en nuestra manera de vivir.
Antes que de nadie, enamórate de ti misma
Nos trasladamos al último capítulo de la serie, en el que Carrie reflexiona con las relaciones de parejas. Hay relaciones que abren puertas, también las hay viejas, nos hacen preguntarnos cosas, algunas relaciones te llevan lejos de donde saliese y otras te devuelven al mismo lugar. Al final, la relación más emocionante y significativa es aquella que tienes contigo misma. Si de alguien tenemos que enamorarnos antes que de nadie, es de nosotras mismas.
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