Se deshace en lágrimas
aquella dulce tarde
que vio nacer su amor,
y en el olvido se pierden
las palabras de perdón.
Quién robó la luz
que brillaba en sus ojos
cuando se encontraban;
¿adónde se fue la ternura?
¿adónde las ardientes miradas?
Él, sentado en un parque
esperaba a aquella chiquilla
con sonrisa enamorada,
y ella, con su mejor vestido,
corría hacia él y se abrazaban.
Cogidos de la mano
prometían estar juntos
y planeaban el mañana.
¡Cuántos secretos compartidos!
¡Cuántos sueños y esperanzas!
Mas ya sólo queda
vacío en sus corazones
y reproche en sus miradas,
mucho odio disfrazado
tras un velo de palabras.
Y por dos sendas diferentes
vagan ahora solitarios
desde aquella fría mañana
en que al despertar hallaron
su amor deshecho en lágrimas.
Autora: Silvia Martínez Sánchez
Vía: blogs.nortecastilla