Para ser original en tu boda, no es necesario que te cases saltando en paracaídas, bajo el mar o dentro de una cafetera. Es más importante tener imaginación, no dejarse llevar por las normas habituales y no tener en cuenta la opinión de padres y madres que, seguramente, querrán vivir la boda de su hijo/a al más puro estilo tradicional.
Cada vez son más las bodas que se realizan en juzgados con una ceremonia civil. Al margen de creencias religiosas, tradiciones, ritos y otros argumentos que lleven a los novios a realizar una u otra celebración, sí es cierto que las ceremonias civiles permiten cierto grado más de libertad que las religiosas, en las que es el cura el que marca el guión.
En las bodas civiles puedes limitar el sermón y lectura de votos oficiales, o bien complementar la ceremonia con otros elementos. Así, por ejemplo, antes de que el juez o persona encargada de oficiar el acto llegue a formalizar el matrimonio, puede pedirse la colaboración de amigos o familiares que quieran leer algún relato, preparar un divertido montaje con fotos de los novios, contratar la actuación de un monologuista, payaso o cuentacuentos… También se podría organizar un desfile de ropa interior masculina, un show protagonizado por cheerleaders o bien que un orfeón donostiarra interprete el himno de tu ciudad, por ejemplo.
acostumbrados a ver escenas maravillosas en las películas, sobre todo norteamericanas pero, desafortunadamente, resulta bastante más complicado que las cosas salgan tan bien en la realidad y que los planos sean tan perfectos, porque no tenemos opción del “¡corten!” y volverlo a grabar.
Si quieres que tu boda sea original, sé original tú también. Piensa en la celebración que siempre habías soñado, inspírate en esa película que tanto te gusta y busca en tu imaginación aquello que te gustaría vivir por un día. Lo que no está al alcance de nuestras manos, podemos acercárnoslo con un poco de creatividad. Ya que, cuando te casas, quieres vivir un momento único, échale imaginación y no te cortes.
