¿A quién invitamos?

Lista 1La lista de invitados se convierte, en algunas ocasiones, en todo un suplicio para los novios. Incluso, en motivo de disputa entre la pareja.

Es inevitable que surjan discrepancias a la hora de preparar las invitaciones. Siempre hay un amigo, familiar o compañero de trabajo que uno de los dos contrayentes tiene que invitar, aunque no le haga mucha ilusión. Existen compromisos por ambas partes.

La familia es uno de los temas que más preocupa y más desacuerdos puede crear. Está ese primo lejano que no ves desde que tomaste la comunión, del que no tienes ningún contacto y que no sabes si no invitarlo sería hacerle un feo a la familia, darle una alegría o librarle del compromiso para cuando él se case.

Si tiramos del árbol genealógico, hay familias que parecen interminables. Siempre está ese pariente al que tienes que invitar porque… sí, y que su invitación genera una serie de compromisos adyacentes que desvirtúa por completo el concepto y la intención de invitar “sólo a la familia”. Sí, sólo a la familia, vale pero, ¿dónde paras? En algunos casos, cuando has dejado de contar a tus tíos, a los tíos de tus padres, a los tíos de tus tíos y a los primos de los tíos de tus padres, ya llevas más de 100 invitados, y todavía no has empezado por los amigos, que también trae sus quebraderos de cabeza.

¿Invitas a esa amiga de la infancia, a la que prometiste amistad eterna, que os casaríais juntas y que le pondrías su nombre a tu primera hija? ¿La invitas aunque hace más de 10 años que no sabes de ella? ¿Y la ex pareja del mejor amigo del novio, que resulta se ha convertido en una de las mejores amigas de la novia? A los del equipo… ¿a todos? ¿Y a las del gimnasio? Y, espera que vamos a empezar con los compañeros de trabajo… Aquí hay quien lo tiene muy complicado. Puede que quieras invitar sólo a ese compañero o compañera con quien te llevas muy bien pero, es muy posible que hagas un feo al resto del departamento. Y, el jefe, ¿qué? ¿parecerá que le estás haciendo la pelota? ¿quieres hacerle la pelota?

Entre todos los invitados que llevas, puede ser que ya estén aquellos que tengas que invitar porque ellos te invitaron a su boda, si no es así, tu lista todavía no ha terminado y vuelves a plantearte; ¿dónde paro? Cuando ves que ya has superado los 400 invitados, quizás vuelvas a empezar y restringas algo más tu criterio y, en el segundo recuento, la lista empiece a reducirse. Aunque también cabe la posibilidad de que surja alguno que antes te habías olvidado.

Tomadlo con calma, analizad, dialogad e intentad discutir lo menos posible pero, hacer una lista de boda sin discrepancias, es bastante complicado.

 

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