A veces en la mitad de cualquier tarde,
apareces en mi mente regando mis sueños.
¡Que insensatez la mía!
Vivir de un recuerdo y gozarlo.
Arriesgarme en esa tarde muerta…
Abrazando la culpa pasan las horas,
masticando el deseo de tenerte.
Me vuelvo distraída,
y con lujuria te bebo
cuando llegas volando a mi falda
sintiendo tu olor dentro de mi cuerpo.
Luego… con habilidad olvido.
Vía: ternurapormomentos