Esta a punto de llegar el día de la boda y está todo listo, se ha contratado todo lo necesario para el banquete y se han seguido todas las tradiciones, incluida la de tener algo nuevo, algo viejo, algo prestado y algo azul. Todo listo y muchos nervios. Ya puedes planificar la entrada a la iglesia.
El novio es quien se traslada hacia la iglesia con su madrina, para llegar unos minutos antes y así poder recibir a sus invitados. La novia llegará, inevitablemente, más tarde de lo pactado, pero la demora no debe superar los cinco minutos para no convertirse en una descortesía. La coordinación es bien simple, sólo se tiene que ajustar la hora del reloj o realizar una llamada cuando el novio salga.

Para entrar en la iglesia existen diferentes formas, en este artículo te contaremos las características de algunas de ellas.
Una de las entradas más comunes es en comitiva. Para ella se forma una procesión que ingresa al ritmo de la música, la fila la encabeza la dama de honor (si las hay) seguida por la novia de brazo del padrino, los pajes, el novio con la madrina y los padres que no son los padrinos, también ingresan los testigos, los familiares cercanos y los demás invitados.
Otra manera de ingresar a la iglesia más tradicional nos muestra al novio junto con la madrina que se quedan parados junto al altar, sin música. Todos los invitados están ubicados en el templo y después de la espera empieza a sonar la música elegida y la novia hace una entrada triunfal del brazo del padrino (el brazo izquierdo). Los pajes ingresan delante de ellos abriendo paso.
En el caso de que se vaya a ingresar con el estilo de comitiva el sacerdote podrá ir delante de la misma o esperar en el altar.
Independientemente de la manera que se elija para ingresar en el altar se ubicarán el novio y la novia flanqueados respectivamente por el padrino y la madrina. Los testigos también podrán ubicarse en el altar, lo mismo que las damas de honor.