Porque te quiero
Si te sueño porque te quiero, si te necesito porque te quiero, si te pienso porque te quiero, si te añoro porque te quiero, te quiero porque te quiero y te quiero porque eres tú.
Si te sueño porque te quiero, si te necesito porque te quiero, si te pienso porque te quiero, si te añoro porque te quiero, te quiero porque te quiero y te quiero porque eres tú.
Si la belleza fuese segundos, tu serías 24 horas.
Quiero quererte y solo puedo amarte, quiero olvidarte pero vives en mi mente, quiero no oírte pero gritas en mi corazón.. quiero alejarme pero estas en mi
Cielo y tierra navegan por tu dulzura entregada a nuestra pasión, respiramos el aire de felicidad que genera nuestro gozo, nos amamos hasta ver partir el amanecer .
Pasarás por mi vida sin saber que pasaste. Pasarás en silencio por mi amor y, al pasar, fingiré una sonrisa, como un dulce contraste del dolor de quererte… y jamás lo sabrás. Soñaré con el nácar virginal de tu frente, soñaré con tus ojos de esmeraldas de mar; soñaré con tus labios desesperadamente; soñaré con tus besos… y jamás lo
Soñaré con los besos que aún no me has dado, saborearé tu boca en la distancia y me consolaré con la promesa de tu amor sincero.
Seré yo quien te pronuncie a oscuras el sabor del querer, quien tenga una palabra de amor que susurrarte al oído, seré yo quien siempre te ame..
Duele… Una adiós sin razón,, Duele!. Una herida en el alma! Duele… Los recuerdos de tu amor! El destino de nuestro amor, Duele! Tener que olvidar, por olvidar! Resignándose a un adiós no aceptado! Como duele un amor terminado! Cuando apenas en el alma! Había comenzado! Duele!
Sólo es un segundo en el que me atrevo a pedirte que me ames, después seguiré soñando contigo y pidiendo que un día me dediques una de tus miradas.
Mientras me hablabas y yo te miraba, se detuvo el tiempo en medio instante: el amor me llamaba y yo le obedecía. Mientras me susurrabas y yo te amaba, se alzaron los sentimientos, mandó tu voz, el cielo se hizo visible en tus ojos, y yo pronuncié el querer en tus labios.
Déjame mirarte despacio, poco a poco, recorriendo tus secretos y disfrutando de tus silencios, déjame admirarte mientras te deseo.
Algo me dicen tus ojos; mas lo que dicen no sé. Entre misterio y sonrojos, algo me dicen tus ojos. ¿Vibran desdenes y enojos, o hablan de amor y de fe? Algo me dicen tus ojos, mas lo que dicen no sé. Manuel González Prada