Poema – Labios bellos, ámbar suave

Con sólo verte una vez te otorgué un nombre,

para ti levanté una bella historia humana.

Una casa entre árboles y amor a medianoche,

un deseo y un libro, las rosas del placer

y la desidia. Imaginé tu cuerpo

tan dulce en el estío, bañado entre las

viñas, un beso fugitivo y aquel «espera,

no te vayas aún, aún es temprano».

Te llegué a ver totalmente a mi lado.

El aire oreaba tu cabello, y fue sólo

pasar, apenas un minuto y ya dejarte.

Todo un amor, jazmín de un solo instante.

Mas es grato saber que nos tuvo un deseo,

y que no hubo futuro ni presente ni pasado.

Luis Antonio De Villena

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