Si te has cansado de involucrarte con personas con quienes siempre repites los mismos «errores», es momento que hagas una autocrítica: Existe algo en ti que te lleva a vincularte con el mismo tipo de individuos una y otra vez. Si quieres superar tus modelos de acercamiento afectivo no podrás hacerlo intentando que el otro cambie. Tú deberás hacer algo contigo mismo. Comienza el cambio siguiendo estos consejos.
PASOS:
1-Describe que características en común han tenido las parejas con las que te has relacionado, sin omitir detalles por pequeños que te parezcan: sus aptitudes o limitaciones intelectuales, afectivas y de relación, su sentido del humor, nivel cultural y económico, hábitos laborales y de formación, valores, conductas y todo aquello por lo que las recuerdas.
2-No supongas diferencias por el objeto de la acción de tus parejas, es decir sobre quien recaían esas acciones. Por ejemplo: El maltrato, será maltrato, haya sido recibido por ti, por su madre o por sus compañeros de oficina. Esfuérzate por identificar los elementos en común que reconoces en cada pareja.
3-Organiza todas esas características en dos columnas: una en la que anotes las que consideres positivas y fortalecedoras de la relación, y otra en la que registres aquellas que no te satisfacían, y te producían inquietud, vergüenza, desagrado, tristeza o desánimo.
4-Toma una a una las características positivas y pregúntate qué aprendiste, mejoraste o superaste de ti mismo gracias a esas «virtudes» de tus anteriores parejas.
5-Si encuentras respuestas afirmativas a este análisis, rescata esas fortalezas y tenlas en cuenta en la búsqueda de tu próxima pareja. Serán la plataforma «mínima» para poder encarar una nueva relación.
6-Ahora toma una a una las características negativas de la segunda columna y pregúntate con qué temores tuyos están relacionadas. Recuerda que el temor no sólo se manifiesta como miedo, sino que también puede disfrazarse de baja autoestima y desvalorización de ti mismo, crítica descarnada, enojo, tristeza, desesperanza, inquietud, angustia o cualquier otro sentimiento negativo.
7-Si quieres un nuevo tipo de relacionamiento, viviéndolo como apoyo en lugar de cómo una dificultad constante o un desafío para lograr el cambio ajeno, concéntrate en superar los temores que has identificado. Supera tus temores y verás como «desaparecen» de tus elecciones esas características negativas que tanto te molestaban de quienes eran tus parejas.
8-Elabora un plan de desarrollo personal que contemple trabajar tus puntos débiles uno a uno; sin apuros ni urgencias, pero con firmeza y claridad. Hazlo confiando en ti mismo y entiende que «te lo mereces». No pidas o esperes a que tu pareja lo haga por ti, porque por mucho que alguien te ame, sólo podrá acompañarte en tus desafíos pero no podrá vivir tu vida por ti.
Espero que estas claves te sirvan para seguir adelante.
Vía: biensimple
Imagen: reinadejúpiter