Más dulces habéis de ser,
si me volvéis a mirar,
porque es malicia, a mi ver,
siendo fuente de placer,
causarme tanto pesar.
De seso me tiene ajeno
el que en suerte tan cruel
sea ese mirar sereno
sólo par mí veneno
siendo para todos miel.
Si crueles os mostráis
porque no queéis que os quiera,
fieros por demás estáis,
pues si amándoos me matáis,
si no os amara, muriera…
Y me es doblado tormento
y dolor más importuno,
el ver que mostráis contento
en ser crudos par uno
siendo blandos para ciento.
Y es injuntos por demás
que tengáis ojos serenos,
a los que, de amor ajenos,
os aman menos, en más,
y a mí que amo más, en menos…
¡Oh si vuestra luz querida
para alivio de mi suerte
fuese mi bella homicida!
¿Quién no cambiara su vida
por tan dulcísima muerte!
Y sólo de angustia lleno,
me es más que todo cruel,
el que ese mirar sereno
sera ma mí veneno,
siendo para todos miel.
Ramón de Campoamor