Este es un poema dedicado a las parejas que recién están empezando su relación y que éste año viven su primer San Valentín, que disfrutan de su primer amor, el más bonito, el que nunca se olvida.
En el balcón, un instante
nos quedamos los dos solos;
desde la dulce mañana
de aquel día, éramos novios.
El paisaje soñoliento dormía
sus vagos tonos,
bajo el cielo gris y osa
del crepúsculo de otoño.
Le dije que iba a besarla;
bajó, serena, los ojos
y me ofreció sus mejillas,
como quien pierde un tesoro.
Caían las hojas muertas
en el jardín silencioso,
y en el aire erraba aún
un perfume de heliotropos.
No se atrevía a mirarme;
le dije que éramos novios,
… y las lágrimas rodaron
de sus ojos melancólicos.
JUAN RAMÓN JIMÉNEZ