Te digo adios, y acaso te quiero todavía.
Quizás no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No se si me quisiste… No sé si te quería…
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
me lo sembré en el alama para quererte a ti.
No sé si te amé mucho… no sé si te ame poco;
pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
y el corazón me dice que no te olvidaré;
pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
tal vez empiezo a marte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
mi más hermoso sueño muere dentro de mí…
pero te digo adiós, para toda la vida
aunque toda la vida siga pensando en tí.
Jose Angel Buesa