Tener con una idea
la mente divertida;
sentir su alama oprimida
con un grato dolor;
mirar a cada instante
su amado bien presente…,
es eso cabalmente
lo que se llama amor.
Dejar triste su amiga;
volver gozoso a hablarle;
y no poder tocarla
sin un violento ardor.
Llamarla a todas horas
mi vida, mi embeleso…,
precisamente es eso
lo que se llama amor.
Hallar un bien cumplido
en un favor ligero;
tener por un mal fiero
cualquier pequeño error,
reír, llorar y hallarse
temiendo y esperando…,
esto es vivir pasando
la enfermedad del amor.
Reñir y hacer las paces,
volver a reñir luego,
mas no encontrar sosiego
hasta querer mejor;
y hallar en tiernos lazos
el premio apetecido…,
esto es y siempre ha sido
lo que se llama amor.
Pablo de Jerica