Si en mi tristeza repara
tu implacable frialdad,
me preguntas por quién lloro…
¡Por quién podría llorar!
Si contmplando una estrella
me abismo con la soledad,
en quién pienso, me preguntas…
¡En quién podría pensar!
ÇSi en la alta noche dormido
me arranca quejas mi mal,
me preguntas con quién sueño…
¡Con quién podría soñar!
Si mi hondo desasosiego,
vagabundo me echa a andar,
a quién busco, me preguntas…
¡A quién podría buscar!
Y cuando invoco la muerte,
cansado ya de sufrir,
de qué muero, me preguntas…
¡De qué podría morir!
Leopoldo Lugones