Seguiremos hablando de las diferentes copas que podrás colocar en el banquete de tu boda en base a los diferentes tipos de vinos. Usar diferentes copas en base al vino es una costumbre que se la extendido a muchas partes del mundo.
Las copas de vinos ideales para servir los tintos deberán tener una tamaño lo suficientemente grande como para que se pueda apreciar el vino en su esplendor. En la antigüedad eran de un tamaño más pequeño que las de agua, pero desde hace unos años se puso de moda los copones o las grandes copas.

Si en tu boda vas a servir vino blanco elige un modelo de copa que tenga el pie más largo para evitar que al sostenerla se caliente el vino con la temperatura de la mano. Son de un tamaño más pequeño y más estrechas que las que se usan para el vino tinto. Deberán llenarse menos de la mitad, con el fin de mantener el vino frío, a una temperatura óptima.
Para la hora del brindis deberás colocar copas de champagne. Las mismas son aflautadas y de cuerpo largo. Al tener poco diámetro y una gran profundidad permiten que las burbujas lleguen a durar más tiempo en la copa.
Para el vermouth la copa que se deberá elegir es de boca ancha y corta, de un tamaño medio y con su pie corto. Así se podrá disfrutar el aroma de la bebida hasta la nariz. Siempre deberá servirse hasta la mitad. Esta copa también puede ser usada para los otros vinos dulces.
Las copas de cognac son de pie corto, con una cavidad amplia, con un diseño que nos permite acomodar la mano y así mantener la temperatura de la bebida templada. Se tiene que llenar unicamente un tercio de su capacidad.
Y por último nos referiremos a las copas ideales para servir licores, las que tienen que ser muy pequeñas, de escasa capacidad y con un pie muy corto. Se deben servir hasta el borde.