¿Te casas? ¿Estás planificando tu boda? Lo primero, tranquilidad. Hay miles de detalles y se podría estar rizando el rizo hasta el día del juicio final, así que no hay que estresarse y sólo dejarse llevar y disfrutar de los preparativos, entre ellos el viaje de luna de miel. Cuando estéis en esos hoteles todo incluido en México, Riviera Maya, tomando un mojito o cualquier cóctel debajo de una palmera, os daréis cuenta de que uno se casa sólo una vez en la vida (¡se espera!) y si no disfrutasteis durante la preparación de tan magno evento, os arrepentiréis de no haberlo hecho.
Así que para transmitir esa necesidad de calma (y karma) que ha de tener la pareja en los meses previos a la boda (madres y suegras incluidas), les proyectaremos y les trasladaremos a algunos sitios donde poder disfrutar de sus primeros días de casados. El destino, la distancia y el tiempo dependerán de los días que den en el trabajo o si se juntan con días de vacaciones…hay tiempo para todo y se pueden hacer buenas rutas hasta en una semana, aunque lo recomendable siempre son dos.
Muchas parejas eligen viajes que combinan turismo con relax en playa paradisiaca, al menos tres o cuatro días antes de volver a la rutina y a la vida real. Ahora que muchas parejas conviven antes de casarse, se suele decir que con el matrimonio, nada cambia. En cambio sí que lo hace. Se teje un hilo entre los dos más fuerte, más emocional, un hilo que, en definitiva, une más y la vuelta a la vida real, juntos, es mejor y duele menos.
Algunos sitios de dónde se puede volver son:
- Estados Unidos y México: San Francisco, Los Ángeles, Las Vegas… ¿Quién no ha deseado nunca convertirse en Elvis o en Marylin? ¿O sorprenderse con la majestuosidad del Golden Gate? Vivir los Estados Unidos en todo su esplendor y después retirarse a una playa de la Riviera Maya, donde también poder bucear, hacer excursiones o descubrir el perfecto equilibrio entre naturaleza y mar.
- Japón y Bali: Kyoto, Tokio y Takayama son las ciudades más ofertadas. Visitar los templos, empaparse de la cultura japonesa, comer sushi, ir a uno espectáculo de sumo, quitarse los zapatos para comer, entrever a una geisha o dormir en un ryokan (el típico alojamiento japonés). La cultura japonesa no deja indiferente a nadie que haya visitado este conjunto de islas. Bali suele ser el destino asociado de playa, donde también se pueden hacer visitas a templos, mercados y espectaculares terrazas de arroz o plantaciones de café.
- Australia y la Polinesia Francesa. Sidney, Melbourne, la Gran Barrera de Coral en Cairns…hay tanto por descubrir aún en Australia. Este país es una mezcla de diferentes culturas y esta variedad se transmite en riqueza y atractivo de su sociedad. Visitar los centros financieros, más serios o encorsetados, y visitar las zonas más pobladas por un ambiente surfero, resulta muy divertido e interesante, en un país en el que se puede hacer también mucho de actividades ligadas con la naturaleza y los animales – ¡no hay que olvidarse de los koalas y los canguros! – Terminar la ruta y volar hasta Bora Bora y relajarse los últimos días en un bungalow sobre el agua, no tiene precio.