Realizar una verdadera odisea por las tiendas y diseñadores de tu ciudad en busca del vestido de novia de tus sueños, seguido de las repetidas sesiones de prueba, ajustes, desajustes, y pruebas nuevamente; ¿y todo para lucirte esplendida de blanco por tan solo unas horas durante la ceremonia y el banquete?
Sí. Realmente es una lastima que esto suceda así; pero… ¿sabias que cada día se extiende más una costumbre que te podría permitir lucir de novia por un día más? Pues así es, y se le conoce como el reportaje post-boda.
Esta nueva costumbre proviene de los EEUU, donde se la conoce como trash the dress, lo cual significa literalmente “destroza el vestido”, pues, justamente, el reportaje post-boda se trata de una sesión fotográfica o de vídeo mucho más distendidos e informales, en la cual el vestido de novia suele llevar la peor parte…
El reportaje post-boda se realiza algunos días después de efectuada la boda, e inclusive puede postergarse hasta una vez finalizada la luna de miel, en busca del momento en que los recién casados hayan perdido el estrés que genera la organización de la fiesta y el hecho de comenzar una nueva vida junto a otra persona. De esta forma, las fotografías o el video post-boda suelen mostrar a una pareja mucho más feliz y relajada que las respectivas tomas durante la ceremonia y el banquete.
Además, en el trash the dress o el reportaje post-boda participan únicamente el fotógrafo y la pareja, por lo que ésta puede mostrar su faceta más natural, para lo que resulta especialmente recomendable que se escoja un escenario romántico y solitario, donde puedan sentirse cómodos y a pleno.
La playa suele ser uno de los marcos ideales, en la que las fotografías del novio con el traje arremangado y el vuelo del vestido de la novia empapado, con el dorado de la arena y el azul de agua como fondo, sin duda resultarán geniales.
Otra de las opciones más habituales es el campo o la naturaleza, pero a la hora de escoger tu escenario favorito lo único que debes tener en cuenta es aquello que te haga sentir más cómoda y relajada junto a tu esposo.
Pero eso sí. Si piensas realizar un reportaje post-boda, ve olvidándote de conservar tu vestido a la perfección, pues si bien serás tu y tu esposo quienes recuerden por siempre los mágicos momentos vividos durante el reportaje, en cambio será tu vestido quien pague las consecuencias; pero… ¡todo sea por volver a ser novia por un día más¡
