Ay enamorarse! Qué bonito es, cuando estos sentimientos aparecen.. sobre todo cuando hemos encontrado a la persona perfecta para nosotros.
El amor surge así, porque sí. No lo podemos prever, no sabemos de quién podemos comenzar a sentir.. pero ahí llega sin más.
Las mariposas, los nervios… son claros síntomas de una bonita etapa de amor.
De la primera forma en que nos damos cuenta de que nuestro corazón ya no es el mismo es cuando su ritmo cambia de forma inesperada y eso sucede cuando recordamos a una persona que se torna especial en nuestra vida.
Pero junto a ello nuestra mente empieza a tener pensamientos que nos transporta a lugares jamás vistos pero que a su vez son especiales ya que ahí está nuestra compañía especial que hace de ese momento algo mágico y perfecto.
Podemos concluir como primeros síntomas del enamoramiento a los recuerdos de nuestras mentes que son asimilados por nuestro corazón dando como resultado una sensación que para todos es indescriptible.
Con el pasar del tiempo el día a día es esperado con ansias y más aún cuando de este participa aquella persona que le da sentido a mi vida, pero este día a día lo vivimos con un miedo inminente producto de este sentimiento al que calificaremos de amor.
No es un miedo que no nos permite vivir de forma plena sino más bien que nos devuelve esa inocencia que algún día tuvimos y por ello nuestros ojos comienzan a mirar las cosas y los momentos desde otra perspectiva, de un ángulo más perfecto e inocente, una mirada sin vergüenza, sin miedo, y sin malas intenciones.
En conclusión el segundo síntoma tiene como característica la sensación de nerviosismo frente a la persona que nos transformó la vida en un momento perfecto el que deseamos hacer eterno.
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