A todos nos gusta algo de romanticismo de vez en cuando, pero una cosa es que te regalen flores y otra muy distinta es que te estén constantemente bombardeando con cosas. Por eso creo que es necesario un artículo para diferenciar lo que es se romántico de lo que es ser cargante.
En primer lugar es importante pensar en la otra persona. En sus necesidades y sus gustos. Si nos encontrarnos ante una persona que necesita mucha atención, habrá que tener una estrategia totalmente diferente ante una persona que es más independiente.
Si quieres hacerle un regalo evita los clichés, es decir, pasa de las flores. Céntrate en lo que la otra persona necesita o en lo que le gusta. Así en vez de gastarte un dineral en unas flores carísimas que acabarán en la basura, puedes conseguirle unas entradas para aquel concierto que tanto le gusta o comprar algo para su casa.
Pasar tiempo juntos no es malo, siempre y cuando sepas administrarlo y es que cada uno tiene sus obligaciones y pasar mucho tiempo juntos puede desembocar en que ambos acabéis agobiados y artos el uno del otro. Distribuye el tiempo, y si no podéis veros todos los días tampoco pasa nada.
Ser romántico incluye la sinceridad, tanto contigo mismo como con la otra persona. No intentes ser alguien que no eres o comprar a la otra persona a base de regalos, céntrate en una buena conversación para descubrir que es lo que necesita, probablemente te darás cuenta que los pequeños detalles son mucho mejores que los detalles grandes y costosos.
Como puedes ver, estos pasos son muy sencillos y en su mayoría son de sentido común. Y es que lo importante es sentirse a gusto en una relación en la que predomine el respeto por la otra persona.
Fuente: eHow